domingo, 17 de abril de 2011

MAYAS



Zona geográfica: Los mayas habitaron las regiones ocupadas hoy por los estados de Yucatán, Chiapas y Campeche, en México; la mayor parte de Guatemala: el territorio de Belice y la zona noroeste de Honduras.


Vestimenta: El hombre usaba un taparrabo. Las mujeres se ponían una falda de cintura a los pies solían también llevar un paño cuadrado que cubría el busto y se anudaba a la espalda. Tanto hombres como mujeres calzaban sandalias y llevaban una manta, además de lo anteriormente dicho. El hombre de la clase popular vestía un calzón sujeto a la cintura por una faja, y una camisa sin mangas. Las mujeres en cambio, se ponían una camisa con tres aberturas, llamadas huipil, que le cubría el torso.


Desarrollo tecnológico: Los Mayas usaban ya en el llamado Período Clásico (años 200 a 900) un sofisticado sistema numérico vigesimal. Se han hallado registros que detallan cálculos de centenares de millones y registros de fechas tan largas que se necesitaban varias líneas para escribirlas.
No es sorprendente, ya que aparentemente fueron ellos los primeros inventores del número cero, cuyo uso fue documentado en el año 36 AC. Agudos observadores del cielo, su dominio de las matemáticas y la astronomía les permitió describir el movimiento de la luna y los planetas con igual o superior precisión que cualquier otra civilización antes del descubrimiento del telescopio.
Pero además de astronomía, matemáticas y arquitectura, los Mayas contaban también con avanzados conocimientos para la producción de alimentos. Existen evidencias de la existencia de campos de siembra permanentes, conectados a través de redes de canales para riego, y de la producción en terrazas. Algunas evidencias arqueológicas sugieren que el maíz, la mandioca, el algodón y el girasol eran regularmente cultivados.
Crearon un calendario de 28 meses de 20 días cada uno, con un año de 360 días más 5 días complementarios.

Arquitectura: Construyeron pirámides en terraza superpuestas con su tope trunco, donde se erigía un templo. También construían edificaciones bajas, de planta rectangular. Se encuentras edificios como el observatorio denominado Caracol, el templo sagrado de Kukulcán, el conjunto arquitectónico llamado las Mil Columnas, y el campo de pelota. Otros centros arquitectónicos son Palenque, Copán, Nevaj, Querigua y Yaxchilán.


Palenque, centro religioso donde vivían los sacerdotes, novicios y servidores.


Religión: Los mayas eran politeístas. Adoraban a varios dioses; el Chac, dios de la lluvia; Itzamna, del cielo; Ixchel, de la luna. Los días también tenían sus divinidades.
Algunos dioses eran buenos y otros nefastos, y regían la vida cotidiana. Ciertas actividades tenían carácter sagrado. El juego de la pelota era una de ellas, y el estadio donde se jugaba estaba construido al lado de un templo.
Holocausto: Los sacrificios humanos eran cotidianos. Se realizaban por decisión de la máxima autoridad religiosa, el sacerdote, para venerar a los dioses. Los que consistían en ahogar a hombres, mujeres y niños en los estanques tenían por finalidad evitar las extensas sequías y otras graves calamidades naturales.

Forma de escritura: Poseían un sistema de escritura con símbolos jeroglíficos (dibujos simbólicos), que lo realizaban a mano con pinceles y tintas de varios colores. Así realizaron los primeros libros o códices, sobre un papel muy fino, en forma de tiras, hecho con cortezas de árboles. Este sistema de escritura de los mayas les permitió desarrollar un avanzado conocimiento de la astronomía y la aritmética.

Producción literaria del pueblo:
Los libros mayas: 
Actualmente solo poseemos tres códices mayas, descubiertos los tres en Europa, a donde con toda probabilidad fueron remitidos por frailes o soldados en el momento de la conquista. Se trata del Codex Dresdensis, del Codex Tro- Cortesianus y del Codex Peresianus.

Los códices consisten en largas tiras de corteza de ficus, aplastadas e impregnadas de resina, y recubiertas luego con una capa de cal apagada, sobre la cual hay pintados grifos, cifras, figuras de dioses y de animales, siempre con los mismos colores: negro, amarillo, verde, azul y encarnado.
Las tiras tienen una anchura aproximada de 25 cm, y carios metros de longitud; primeramente se escribía por una cara y luego por la otra y finalmente se doblaban a modo de fuelle. El Codex Dresdensis, el más precioso posee 78 páginas. Pertenece a la biblioteca de Dresde desde el año 1739. Se trata principalmente de un tratado de astronomía, pero contiene numerosos horóscopos y algunas indicaciones sobre ritos. Precisamente, gracias a este códice, E. Forstermann logró descifrar la estructura interna del calendario maya y de la cuenta larga.

El Codex Tro- Cortesianus , tiene 112 paginas y se encuentra en la Biblioteca Nacional de Madrid. Es esencialmente un libro de adivinación, una especie de memorándum para los sacerdotes adivinos.

El Codex Peresianus está incompleto y en pésimo estado. Tiene 22 páginas. Trata de los dioses del Katun y de las ceremonias relativas a la sucesión de los once de dichos de Katun. Pertenece a la Biblioteca Nacional de Paris.

Los grifos de estos códices son idénticos a ciertos grifos que figuran en los monumentos de Peten y de los de las zonas adyacentes, e igualmente a los de la obra de P. Diego De Landa. Gracias a ellos se ha podido establecer el estrecho parentesco cultural existente entro los mayas de las tierras del Sur y los mayas del Yucatán. El Popol Vuh, ósea, el Libro de Consejos, escrito en lengua maya con caracteres latinos en el siglo dieciséis, nos proporciona información sobre la cosmología, la religión, la mitología, la emigración, la historia de los mayas quiches, cuyos descendientes viven todavía en las altiplanicies de Guatemala. Es un libro de capital importancia. Recordaremos también el Memorial de Tecpan Atitlan, crónica de los indios cakchiquel, grupo étnico de la región montañosa de Guatemala.
Pero han sido los Libros de Chilam Balam, narraciones en lengua maya escritas igualmente en caracteres latinos en los siglos posteriores a la conquista española, los que nos han permitido tener sus primeras noticias históricas de los mayas del Yucatán. Su contenido es frecuentemente muy simbólico y contradictorio.



Codex Dresdensis             


                                                                                 
                                                     Codex  Peresianus               


                                                      
                                                          Codex Tro-Cortesianus

   
    Popol Vuh, libro sagrado de los Mayas.

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